El Atlético destapó todas las vergüenzas del Madrid, que no son pocas, y generó más dudas en el enésimo proyecto millonario de Florentino, construido una vez más, a base de mucho dinero y poca cabeza. Y no pocos parecen ser los problemas que tiene que solventar el club si quiere aspirar este año a levantar algún título.

Parece mentira que muchos madridistas no se den cuenta que Florentino ha hecho más mal que bien al madridismo, pero mucho más... estos partidos quizá haga despertar a alguno. El Madrid no empezará a levantar cabeza hasta que no cambie de presidente.
Pero esos son otros temas. Ayer el Atlético bailó al Madrid y mostró que va ganando solidez y confianza en una plantilla que, pese a la marcha de su estrella Falcao, ha seguido creciendo. Tiene a uno de los grandes porteros de Europa, una defensa ya cuajada y experimentada y un medio campo de garra y calidad. Diego Costa además, junto a Villa arriba, han hecho olvidar al Tigre (que imagino yo, anda por Mónaco lamentándose del gran paso atrás que ha dado en lo futbolístico). Hemos de alegrarnos que algún equipo presente lucha en esta liga bipolar.
Así pues, el derbi madrileño nos dejó ayer dos caras: La del Atlético más guerrero, ilusionante y ganador de los últimos años y la de un Real sin cabeza, apático y desconfiado. Y que conste, que a mi entender, por fin Florentino entendió que ha de fichar a los mejores jugadores jóvenes y españoles en su equipo. Se fichó a Isco y a Illarramendi, se recuperó a Carvajal y no se dejó marchar ni a Morata ni a Jesé. Pero ni aún con esas parece que haya entendido del todo que un equipo no se hace a base de poner "pasta" verano tras verano.
Viendo el partido de ayer, con la gran distancia que hay entre ambos quipos, o la mucha distancia que hubo en el partido de ayer, no podía parar de pensar en esa clase de jugadores diferentes que, pese a que en un club se hagan las cosas muy mal o muy bien, son capaces de cambiarlo todo. Esos jugadores distintos, a los que se les pone el 10 a la espalda como símbolo de distinción cualitativa, los que juegan y hacen jugar, y además enamoran al aficionado hasta del club rival.
En el Atlético resulta que han encontrado un gran 10, Koke, que ayer estuvo inmenso, señorial, magistral, y se creció en un campo como el Bernabéu. Para mí fue el mejor jugador del partido, la clave de este Atlético que crece y crece. Daría igual todo lo demás. Sin Koke el Atlético sería otro.

En el Real Madrid, el 10 era de Özil, magia pura y elegancia. Siempre se le achacó irregularidad pero en mi opinión se le infravaloró hasta en eso. Mesut cambiaba la cara del Madrid y con él en el campo el equipo siempre pareció otra cosa. Creo que no se fue por la competencia de Isco o Bale, que no lo son, sino porque sintió que no se le valoraba, y se le empujaba a salir. Y el Arsenal, mejor desde que llegó él, despierta líder esta mañana en la Premier.
Ni Di María, ni Bale ni Cristiano son jugadores de ese corte, no pueden serlo, son otra cosa. Isco tiene esa misión ahora... demasiada para él, creo yo, porque tampoco es un "10" puro. Es un fenómeno sí, pero no es Özil, lástima que no los podamos disfrutar juntos.
Y todo porque Florentino decidió que no era importante en su proyecto de vender camisetas. Vuelta a lo mismo...