Definitivamente ha perdido el crédito que le quedaba de algunos sectores dentro del madridismo. José Mourinho que ha sido el entrenador más polémico en la historia blanca, puso su punto final a una historia de amores y desamores con más de estos últimos.
Se rumoreaba que no seguiría la temporada que viene en el Real. Ahora ya nadie se atrevería a dudarlo. La gota que ha colmado el vaso fue la suplencia incomprensible de Casillas en Málaga y la estratosférica distancia de puntos que le aventaja el Barsa, insalvable hasta para un Madrid acostumbrado por historia a apelar a la épica más imposible y honorable.
Antes de "autoinmolarse" dejando al mejor portero del mundo en el banco, Mou ya había perdido apoyos dentro del club, dentro del vestuario, y la fe de casi todo el madridismo. Por perder, ya había perdido la poca esperanza que tenía mucha gente de que Mourinho terminaría entendiendo lo que es el Madrid y cedería ante tanto impulso y escándalo para dedicarse sólo a entrenar. Además, los sectores que defendían sus impresentables salidas de tono alegando que los títulos y lucharle al Barsa cara a cara bien lo merecen, se han quedado sin su único argumento.
Pero sobretodo, y esto es una opinión personal, Mourinho ha perdido el respeto y la confianza de quién más manda en el Real Madrid, que no son ni sus socios ni su presidente, por muy todopoderoso que parezca en ocasiones Florentino. Siempre pensé que nadie, nadie, manda más en el devenir del club blanco que la prensa especializada de este país. El Marca y el As, diarios de una tirada impresionante para ser exclusivamente deportivos y de una influencia fuera de toda duda habían tratado a Mourinho con respeto, criticando sus agitaciones y alabando sus méritos (he leído artículos de opinión que le alababan la falta de escándalos cuando no los había) a partes iguales.
Tras la suplencia de Iker, y después de haber encerrado a un periodista de la casa para amedrentarlo con comportamientos mafiosos y lamentables, tras haberse enfrentado a la afición, a Toril y a media España, el diario Marca abría su portada al día siguiente de la derrota en Málaga con un contundente "Mou hace el ridículo". O en otras palabras... "Florentino, ¿a qué esperas?"
Mourinho está sentenciado y sólo la posibilidad de que gane la Champions le mantiene al frente del vestuario. Eso, la indemnización de 20 millones (de los que me temo no perdonará un céntimo) si lo echan y la tremenda pérdida de crédito que sufriría Florentino en el caso de echar a Mourinho, pues el responsable final de haberle dado tanto poder, de haberle fichado y de haber dicho a los cuatro vientos que es el mejor entrenador del mundo ha sido Florentino. Echarlo sería reconocer su error, y aunque reconocer errores sea de valientes, no sé si el presidente cuenta con ese perfil de hombre sabio que rectifica a tiempo.
Lo peor de que Florentino haya mantenido esa actitud, y que la pueda seguir manteniendo, es que el equipo difícilmente ganará nada, ni Copa ni Champions con un ambiente tan tenso, y en mi opinión, no creo que el vestuario quiera ganar nada a las órdenes de Mou. Primero por motivación personal, segundo, porque ganando la Décima se reabriría el debate de si los títulos merecen la pena mantenerle en el puesto. Y seguramente haya jugadores que prefieran caer con el Manchester y empezar de cero cuanto antes si eso supone echar al míster. Haber defendido que Mou es el mejor entrenador deja al que venga en una situación inferior, aunque es al vesturario, al Bernabeu y a la prensa a quién tendrá que ganarse.
Toda apunta que tras el huracán portugués, mucho cambiará en el Real Madrid, y no vendrá mal, si esos cambios apuntan en direcciones contrarias. Un hombre de la casa como Toril o como Míchel, posiblemente sean bien recibidos en un ambiente tan necesitado de señorío y educación.
Algo me hace presagiar que cuando Mourinho abandone Madrid será persona "non grata" para siempre aquí, tanto o más como lo es en Barcelona, y es que, de todas estas semanas convulsas, si hay algo que le ha debido doler a los verdaderos madridistas de pro y corazón blanco, son los cánticos que hizo el Camp Nou "Mourinho quédate, Mourinho quédate" Y es que cuando el enemigo te quiere como enemigo...