Fue componente de la mejor selección sueca de todos los tiempos entre 1990 y 1994, y para muchos fue el jugador de más calidad de entre todos sus compañeros, entre los que se contaban Ravelli, Martin Dahlin, Henrik Larsson y Keneth Andersson. Brolin jugaba como segunda punta siempre acompañado por un nueve más puro por delante y en ocasiones, por detrás de los delanteros debido a su visión de juego y su capacidad técnica, no era un goleador puro pero siempre se asoció bien con sus compañeros de delantera.
Tras jugar en varios equipos suecos y tras un gran mundial en Italia 90, gol incluido a Brasil, firmó por el Parma en 1990, que acababa de ascender a la serie A, y fue clave en el ascenso vertiginoso que se produjo en el equipo parmesano para convertirse en el equipo revelación de toda Europa. Allí vivió su época de mayor esplendor y permaneció cinco temporadas en las que marcó 20 goles en 133 partidos y además maravilló a prensa y afición por su gran compenetración con el colombiano Faustino Asprilla.
Allí enalteció su prestigio y ganó una Copa de Italia, una Recopa de Europa al año siguiente y una Supercopa europea.
En el año 94 vivió su cenit deportivo. Marcó tres goles en el mundial de Estados Unidos y realizó un papel crucial para que su selección alcanzara sorprendentemente las semifinales y fuera tercera.
Tras unos maravillosos años. la férrea competencia que se produjo en la delantera del Parma (esos años ficharon a Stoitchkov, Zola, Hernán Crespo...) y una grave lesión de rodilla frenaron su progresión y su carrera nunca volvió a ser la misma. Los "tifosi" de la Parmalat tuvieron que ver marchar al "Di Caprio nórdico" como les gustaba llamarle en ocasiones cinco temporadas después de comenzar su idilio de amor y tras un año casi en blanco.
Solo el Leeds United confió en él, pero su estancia en Inglaterra nunca fue muy laureada, así que fue cedido al Zurich suizo, volvió al Parma también cedido donde jamás pudo recuperar su vitola de estrella y tras su vuelta a Leeds terminó su aventura en el Crystal Palace inglés, antes de volver a Suecia y jugar un año más en el Hudiksvalls ABK.
Da la impresión que Thomas Brolin, acusado en ocasiones de no cuidarse tanto como debería, pudo haber dejado más fútbol del que nos dejó si las lesiones y su falta de compromiso no se hubieran interpuesto tanto, sin embargo, la afición del Parma siempre recordará con adoración a este jugador sueco que creció con ellos y que les hizo vivir sus primeros sueños de grandeza.
Os dejo un video divertido en el que suena una canción compuesta para él y donde se pueden ver algunos detalles de su calidad.
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