viernes, 22 de noviembre de 2013

Balón de Oro: Importancia desmesurada

En febrero se hablaba ya de favoritos. Y llevamos varios días en que el mundo del fútbol no opina ni habla de otra cosa; ¿si Ronaldo no lo gana es una injusticia?, ¿lo tiene que ganar Messi por decreto? ¿cuentan más los títulos de Ribery? Y a todo jugador, entrenador o periodista se les pregunta acerca de su opinión en esta titánica lucha que empieza a desproporcionarse, al menos en España, y me imgaino que en Portugal, Francia, Alemania y Argentina por lo que les toca.

No cabe duda que es el galardón más importante del mundo futbolístico, de que es el sueño de cualquier niño que da sus primeros toques a un balón, pero que desde febrero se hable de él no es normal, y que el mundo se divida en dos para no opinar de otra cosa parece significativo, inusual, y por supuesto, exagerado. Muchas son las causas que apuntan a que este fenómeno se esté magnificando tanto y que empieza a hastiar y a aburrir a propios y extraños. Estas podrían ser algunas de ellas:

Dualidad actual: Parece que la principal causa de que se hable tanto es por la titánica lucha que están manteniendo Leo Messi y Cristiano Ronaldo en estos últimos años, casi siempre ganada por el argentino, que atesora cuatro balones dorados por uno del portugués. Los dos están empeñados en marcar una época, en ser los mejores, los que más goles marcan, los que se aupen al trono futbolístico, y pocos baremos podemos encontrar en el fútbol mejores, para medir a nivel individual, que el Balón de Oro. 
No es que siempre lo gane el mejor o el que lo merezca, pero en este deporte de equipo donde no existen los duelos particulares, parece que tanto Leo como Cristiano, se toman muy en serio, aunque lo nieguen, que no hay mejor manera de demostrar que se es el mejor que ganando este trofeo.
En esta dualidad abrumadora e incomporable en la historia del fútbol, ayuda que no haya jugadores que se les acerquen o que les puedan disputar el título de ser llamados "mejor futbolista del mundo", al menos, no de momento. 

Individualidad: A lo dicho anteriormente, tanto Messi como Cristiano son jugadores eminentemente individualistas. Se creen, y son, tan superiores que han terminado por hacer que sus equipos jueguen para ellos. Que no den un pase debajo de boca de gol no quiere decir que no lo quieran jugar todo, tirar todo, marcar todo, sumar todo. Y esa individualidad, necesita de reconocimiento.

Rivalidad extrema: Al duelo Messi - Ronaldo se le suma que ambos representan otra rivalidad ancestral por encima de ellos, la del Madrid - Barsa y la bipolaridad que representan en España. Así pues, cada afición suele defender y alegrarse de los títulos de uno u otro convirtiendo el duelo en algo que va más allá de lo personal. Si le sumamos que cada uno representa un estilo de entender el fútbol y la vida, y además son los buque insignia de otro duelo mundial: el de marketing entre Adidas y Nike, todo conduce a más y más rivalidad entre ambos y más importancia a los galardones individuales.

Sin competencia: Hace años existía mayor variedad de premios: el FIFA World Player, el Balón de Oro otorgado por la revista France Football, y hasta algún diario internacional como Onze se atrevía a dar su propio premio al jugador del año. La FIFA, que nunca consiguió con su galardón el prestigio que buscó, tuvo que unirse a France Football en un premio único que aúna los dos. El resultado es una mayor repercusión a nivel mundial y la imposibilidad de que dos futbolistas ganen premios distintos con la hipotética conformidad de uno y otro.

La repercusión mediática: O la carnaza periodística, o la globalización informativa. Como sea, el caso es que otra de las razones parece ser la polémica suscitada estos años, el mero hecho de rellenar minutaje televisivo o que el deporte rey tiene más presencia mediática. 

Estas parecen ser las razones más importantes de que en estos días no se hable de otra cosa. Yo a veces, tengo ganas de que llegue ya el 13 de enero, anuncien el ganador, y durante un mes o dos nos olvidemos del ganador del año siguiente.

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